El EGR (Recirculación de Gases de Escape, por sus siglas en inglés Exhaust Gas Recirculation) es una tecnología utilizada en motores diésel para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), un tipo de contaminante atmosférico.
En términos de normativas ambientales, la implementación del sistema EGR en los motores está relacionada con los estándares y regulaciones que buscan reducir la contaminación del aire generada por los vehículos de motor. Las normativas ambientales, como las normativas Euro en Europa, imponen límites estrictos a las emisiones de contaminantes provenientes de los vehículos, incluyendo los óxidos de nitrógeno.
El sistema EGR es una de las tecnologías empleadas por los fabricantes de vehículos para cumplir con estos estándares. Funciona recirculando una parte de los gases de escape hacia el sistema de admisión de aire del motor. Al reintroducir estos gases de escape, se reduce la temperatura de combustión en la cámara, lo que disminuye la formación de óxidos de nitrógeno durante el proceso de combustión. Esta estrategia contribuye a cumplir con los límites establecidos por las normativas ambientales al reducir las emisiones de NOx.
Por lo tanto, en el contexto de las normativas ambientales, el sistema EGR es una de las soluciones tecnológicas empleadas por la industria automotriz para cumplir con los requisitos de emisiones establecidos y reducir el impacto ambiental de los vehículos en cuanto a la generación de contaminantes atmosféricos.
Sin embargo, la EGR (Recirculación de Gases de Escape, por sus siglas en inglés Exhaust Gas Recirculation) es una tecnología utilizada en motores diésel para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). La EGR consiste en recircular una porción de los gases de escape nuevamente al sistema de admisión de aire del motor. Al mezclarse con el aire fresco, estos gases de escape reducen la temperatura de combustión, lo que disminuye la formación de óxidos de nitrógeno, un contaminante atmosférico.
En cuanto a normativas ambientales, estas tecnologías como la EGR son implementadas por los fabricantes de vehículos para cumplir con estándares y regulaciones ambientales, como las normativas Euro (Euro 4, Euro 5, Euro 6, etc.) en Europa, que establecen límites estrictos para las emisiones de contaminantes provenientes de vehículos de motor, incluyendo óxidos de nitrógeno (NOx), partículas, y otros contaminantes atmosféricos.